Escrito por: Julio Gómez Vilches, CEO & Co-founder VIAR Chile

Hace 10 años nos sumergimos en un proyecto de apoyo a las y los trabajadores del país que generan la fuerza laboral de toda empresa, este proyecto empezó con el foco en el emprendimiento y desde cada área de los socios que fundaron en el 2013 VIAR Chile Capacitación, aportar a nuestro crecimiento y dar empleabilidad y apoyo a quienes confían en nosotros como organismo técnico de capacitación (OTEC).

El camino se veía complejo debido a la cantidad de competencia en el mercado; las grandes empresas, gremios, universidades e institutos tienen OTEC. Actualmente, competimos con las fundaciones y corporaciones educacionales también, sin embargo, el objetivo ha estado claro desde el principio: contribuir a esta sociedad con profesionalismo.

Destacarnos es una de nuestras principales metas, pero destacarnos entregando un valor agregado, ¿cuál es este? Proporcionar un servicio profesional integral en cada curso o programa de capacitación: la flexibilidad y la conjunción de criterios para lograr un mismo objetivo en la organización que asistimos en cada área de desarrollo.

Ha sido una década con muchos matices, los típicos obstáculos que todos los recién establecidos tienen que enfrentar y que, con ganas, profesionalismo y esfuerzo, tienen que hacer de todo un poco en los primeros años: recibir llamados, facturar, vender y cerrar alianzas.

Concretábamos negocios con clientes que apostaban por nosotros en las múltiples reuniones presenciales que teníamos con los gerentes de las áreas de Do y RR.HH. Darnos a conocer en los OTIC era otro gran desafío y seguir compitiendo en buena elite con ellos también.

Consolidamos buenos resultados y también aprendimos de cada empresa que contrató nuestros servicios; las pequeñas, medias y grandes empresas, todas nos obligaban a estar a la altura del servicio requerido a lo largo del país, y así fue, como entre costos, planillas y contactos nos dimos a conocer y rescatamos alianzas de empresas y proveedores que nos guiaron y con esto logramos presencia en distintas partes de nuestro país. Después de muchos años, nuestra marca y profesionalismo estaban instalados en empresas de distintos rubros, siempre siguiendo el camino planteado. No fue fácil pero en cada reunión, en cada proceso entregamos nuestra mejor versión.

Reconectándonos en pandemia

Cuando creíamos haber logrado un soporte económico para funcionar sin tanto miedo en la aventura del mercado de las capacitaciones, llega la intimidante pandemia y el miedo de aquellos años primerizos volvió a nacer, ¿cómo vamos a mantener este nivel si la presencialidad y la salud están ligadas a este virus que nos amenaza hasta hoy?

Personalmente, creo que se logró gracias a nuestros pilares fundamentales: la fuerza y, en especial, el compromiso de los miembros del equipo VIAR Chile, quienes no aflojaron en durante el periodo de la pandemia y decidieron seguir junto a nosotros, incluso viendo disminuir sus beneficios económicos mensuales. Fue en ese momento exacto en el que pensé que estábamos haciendo las cosas bien, si el equipo cree en mí y en la empresa, ¿por qué yo no podía? Entonces, con más decisión que nunca tomamos los siguientes desafíos, siendo el más importante el mantener la empresa activa y funcionando. Así fue y aunque costó, nos adaptamos a los cambios y pudimos sostenernos en el tiempo a pesar de ser una empresa pequeña, con gran espíritu de servicio y profesionalismo.

¿Cuál es el deber que tenemos los fundadores y gerentes de cualquier empresa? Creer en el equipo, sumar y nunca restar las oportunidades, nunca dejar de escuchar a los y las trabajadoras, tomar lo bueno y lo malo que hay en cada situación y proceso que vivimos. Seguir actuando como un protagonista y no permitir que el miedo nos paralice.

Seguiremos con un servicio de altura

Son muchos los que dependen de nuestras decisiones y de nuestro nombre y marca, son muchos los que hacen de VIAR CHILE un OTEC que destaca en cada reunión y logra sumar clientes en todos los rubros del mercado nacional.

10 años de funcionar como empresa es un logro personal y profesional, pero también es el comienzo de otro gran desafío, seguir haciendo sinergia con cada uno de los miembros de nuestro equipo y seguir creciendo como profesionales en cada una de nuestras áreas de trabajo.

¡Orgulloso de ser parte de mi propio sueño!